19 Feb 2019

BY: Lucia.Moreno

Peritaje Laboral

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Síndrome del trabajador quemado ¿tu trabajo supera tus recursos?

Gran parte de la labor de los psicólogos forenses está relacionada con los riesgos psicosociales, los cuales, pueden ocasionar importantes consecuencias en la salud de los trabajadores. Además, uno de problemas por los que más a menudo se busca ayuda psicológica hoy en día son los procesos de ansiedad y estrés, y en concreto los producidos por la situación laboral o un ambiente de trabajo excesivamente exigente.

En este caso, se encuentra el llamado “Síndrome de Burnout” o síndrome del trabajador quemado, el cual, se trata de una forma específica de estrés laboral crónico. Sus principales características son el agotamiento emocional (reducción de los recursos emocionales, irritabilidad, ansiedad, abatimiento), la despersonalización, donde la persona comienza a desarrollar actitudes negativas hacia las personas con las que se trabaja y hacia el propio trabajo, y por último, una vivencia de fuertes sentimientos de fracaso y baja autoestima. El fenómeno del burnout constituye uno de los daños laborales de carácter psicosocial más importantes en la sociedad actual.

Las diversas organizaciones y empresas tienen cada vez más en cuenta este síndrome, pues afectará tanto al trabajador que lo sufre, y a su vez al funcionamiento de la empresa, por lo que conviene prevenirlo.

Según indica Rosa Sender, el sujeto que se siente desgastado profesionalmente «tiende a neurotizarse, a rumiar constantemente su problema y se lo lleva a todas partes, por lo que nunca desconecta». Así, su vida gira alrededor del trabajo y de la profunda insatisfacción que le produce.

De este modo, es posible que alguno de los lectores que haya llegado hasta aquí, pueda sospechar que él o ella mismo/a esté padeciendo este síndrome. Si tiene dicha sospecha, debería plantearse una serie de cuestiones:

En primer lugar, reflexione sobre si cada vez le cuesta más trabajar, o si ha llegado a un punto en que le resulta casi imposible desarrollar sus tareas. Si tiene que realizar un gran esfuerzo para ir al lugar de trabajo y/o si una vez allí tiene series dificultades para empezar, teniendo estas sensaciones cada día.

También, puede ser que cuando se encuentra en el entorno laboral, se vuelve irritable, irascible o impaciente, tanto con compañeros como con los usuarios de la empresa. Incluso, es posible que este estado de ánimo se extienda al resto de aspectos de su vida, como al entorno familiar, porque como ya hemos comentado la persona no puede desconectar.

Esto se relaciona normalmente con una sensación de insatisfacción respecto a los logros laborales, siendo posible que esa insatisfacción se acabe extendiendo, pudiendo llegar a convertirse en un proceso depresivo. Otros síntomas derivados relacionados son los cambios de apetito, la alteración de los hábitos de sueño, migrañas y otros dolores, así como el consumo de alcohol o drogas a modo de vía de escape.

Pero… ¿qué es lo que lo puede causar? Existen diferentes factores laborales como son una estructura de la organización muy jerarquizada y rígida, exceso de burocracia, falta de participación de los trabajadores, relaciones conflictivas en la organización, estilo de dirección inadecuado, etc. Sin embargo, otras causas pueden estar relacionadas con el trabajo desempeñado, como puede ser una sobrecarga de trabajo, exigencias emocionales en la interacción con el cliente, descompensación entre responsabilidad y autonomía, falta de tiempo para la atención del usuario (paciente, cliente, subordinado, etc.), carga emocional excesiva, falta de apoyo social, poca autonomía, etc

¿Sigues pensando que pueden tener dicho síndrome o que en tu empresa según las condiciones laborales podría darse?

Resulta fundamental prestar atención a nuestras emociones y a nuestro cuerpo; y si no nos sentimos bien, pararnos a ver que está sucediendo y buscar ayuda de un psicólogo, si nos sentimos desbordados/as por estas situaciones profesionales. En estos casos el psicólogo forense debe evaluar y tener en cuenta para el informe tanto variables de la persona, como de la organización en la que trabaja, con el fin de determinar la presencia de dicho síndrome y las limitaciones y consecuencias que ocasiona para el trabajador y su puesto en la organización.

¡Si necesitas más información, no dudes en contactar con el equipo!

03 Dic 2018

BY: Lucia.Moreno

Peritaje Laboral

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¿Qué se entiende por mobbing?

El empleo es, en general, uno de los núcleos fundamentales en la constitución del individuo, tanto personal como social. El trabajo sitúa a las personas en un grupo de pertenencia desde el que define parte de su personalidad, afinidades, gustos y preferencias. Además, proporciona una seguridad económica, aunque según los estudios necesitamos trabajar por algo más que por dinero, y es porque también es un camino para la realización personal, la satisfacción con uno mismo y la felicidad.

Vamos a imaginarnos una situación: estás en tu entorno laboral, tienes un despacho amplio, compañeros con los que mantienes una buena relación, y un jefe con el que igualmente tienes un trato cordial. Cada vez vas notando como te van demandando más y más tareas (sin que estés en un pico de trabajo de la empresa), incluso, en algunas ocasiones te parecen tareas inútiles o que están por debajo de tu cualificación. Piensas que es algo pasajero y las terminas realizando. Llega un día en que sin ninguna causa aparente, te separan de tu grupo de trabajo, te quitan tu despacho y te ponen una mesa en un pasillo, ¡a partir de ahora ese será tu lugar habitual!. Siguen pasando los días, notas como compañeros, con lo que ya hemos dicho te llevabas aparentemente bien, no te dirigen la palabra, además, notas que hablan de ti. Igualmente, empiezan a llegar rumores completamente falsos sobre tu vida privada. ¿Qué está pasando? Todos coincidiremos en que este entorno no es el más idóneo para la “realización personal, la satisfacción con uno mismo y la felicidad” tal y como mencionábamos anteriormente.

Aunque de modo muy simplificado (sin atender a criterios por ejemplo de duración) esta situación entraría dentro de lo que se conceptualiza como mobbing, acoso moral o acoso psicológico en el trabajo.

El término “mobbing” se ha utilizado para describir una situación en la que una persona o un grupo de personas ejercen una violencia psicológica extrema en el lugar de trabajo de forma persistente, con la finalidad de destruir las redes de comunicación de la víctima, su reputación, perturbar el ejercicio de sus labores y lograr que esta persona acabe abandonando el lugar de trabajo.

Según los datos examinados, el 11% de los profesionales españoles reconoce haber sufrido algún tipo de conducta violenta en el trabajo. Se trata de acciones que se dan con frecuencia en todos los países y ocupaciones, pues cualquiera puede ser víctima del mobbing.  Tiene consecuencias importantes sobre la salud de los trabajadores, llegando a convertirse en uno de los principales motivos para sufrir depresión, ansiedad, estrés, conductas de riesgo, nerviosismo, dolores de cabeza o problemas para conciliar el sueño. Aunque no solo tiene consecuencias para el trabajador afectado, pues también influye en el núcleo familiar y social de la víctima, tiene efectos en la organización laboral pues se trata de una situación que afecta al desarrollo del trabajo pudiendo provocar una disminución de la cantidad y calidad del trabajo; así como a la comunidad en general, con altos costes en la asistencia a enfermedades o de las pensiones de invalidez.

En España, además la situación es más determinante, pues el 56% de las empresas no dispone de un procedimiento formal para afrontar la violencia en el trabajo. Paradójicamente, son los sectores más afectados por este tipo de acciones (Sanidad, Educación y Servicios Sociales), los que registran mayor número de planes para afrontar el acoso laboral.

Las conductas de hostigamiento más comunes suelen ser la difusión de rumores, seguidas de provocar un aislamiento hacia el trabajador, agresiones verbales e incluso físicas, ataques a la vida privada, etc.

Contrariamente a otras contingencias similares como el bullying, no es necesaria la existencia de un desequilibrio de poder o de estatus entre el acosado y el acosador. Es por ello, por lo que existen diferentes tipos de acoso psicológico en el ámbito laboral, como puede ser el que realizan los trabajadores que se encuentran en una posición superior (acoso descendente), entre compañeros que están en una posición similar a la del trabajador acosado (acoso horizontal), e incluso una mezcla de ambos (acoso mixto). De forma menos frecuente, se da el acoso ascendente donde son los que se encuentran en un rango jerárquico superior los que son víctimas del acoso psicológico laboral.

Confirmar si es o no acoso laboral es una cuestión que sólo le corresponde al juez y no al perito psicólogo. La labor del psicólogo forense sería describir la existencia o no de dicho fenómeno, atendiendo a variables de intensidad, gravedad y duración; y en poder establecer un nexo entre las conductas de acoso que describe el trabajador y la posible psicopatología desarrollada a raíz de las mismas.

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